Pequeños Bodegueros Comercializarán Directo al Cliente en el Mercado Central

Los productos vitivinícolas de pequeños elaboradores agrupados en cooperativas serán comercializados de manera directa al consumidor, sin intermediarios, en el Paseo de Compras del Mercado Central de Buenos Aires.

La iniciativa forma parte del Programa de Asociatividad Vitivinícola que impulsa la Secretaría de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, y proyecta inyectar al mercado del Área Metropolitana de Buenos Aires hasta 20.000.000 de litros de vinos de distintas gamas, a precios populares.

Además, se estima que a partir de eliminarse las intermediaciones de la cadena y la intervención de las grandes firmas concentradoras, los productores podrán casi duplicar el precio que reciben por el vino, que ascendería de los actuales tres pesos a poco más de cinco pesos.

“El Programa de Asociatividad viene a acortar la brecha entre productor y consumidor, por lo que puede asegurar precios populares con mayores ganancias en manos de los productores”, destacó la Secretaria de Desarrollo Rural, Carla Campos Bilbao.

Además de significar un punto de venta crucial, al que concurren diariamente más de 35.000 personas, la vinculación de los productores con el Mercado Central permitirá también “generar un punto de concentración para luego distribuir la producción en otros centros de venta de la Red ComPrAr en conjunto con la Secretaría de Comercio de la Nación”, explicó Campos Bilbao.

Asimismo, la reciente reactivación del Belgrano Cargas brindará la posibilidad de enviar producción desde Mendoza e ingresarla directamente al Mercado Central con el tren, lo que repercutirá en una considerable reducción en los costos de flete.

Con el objetivo de avanzar en la implementación de este nuevo sistema de comercialización, funcionarios del área de Desarrollo Rural, representantes de las provincias vitivinícolas y de distintas cooperativas y organizaciones de vitivinicultores recorrieron las instalaciones del Mercado Central.

De la visita participaron el Subsecretario de Desarrollo de Economías Regionales, Luis Vito; el Director Nacional de Programas de Desarrollo Regional, José María Mones Cazón; el titular del

Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), Guillermo García, y el Presidente de la Corporación del Mercado Central, Carlos Martínez.

Además, concurrieron el Director de Vitivinicultura de Mendoza, Daniel Gallardo; el Director de Vitivinicultura de San Juan, Jorge Escobar; el Director de Agricultura de La Rioja, Silvio Salvadores; el Jefe de Gabinete del Ministerio de Producción de Catamarca, Pablo Vargiu; y el Subsecretario de Asuntos Agrarios de Salta, Germán Albrecht. Estuvieron también miembros de entidades como la Coperativa de General Alvear, la Cooperativa Uque?os, la Cooperativa Vitivinícola de San Martín, la Cámara de Bodegueros de La Rioja, la Cámara Agroindustrial de La Rioja, la Cooperativa Vitivinícola de Monte Caseros (Mendoza) y productores de San Juan, Mendoza, La Rioja y Catamarca.

Vito señaló que “estamos hablando de una gran oportunidad para que los productores obtengan un punto de venta directa administrado por ellos mismos y lleguen con un producto de calidad a un número masivo de consumidores. Es fundamental la organización de los productores, cooperativas y bodegas”.

En principio, las cooperativas y bodegas que integran el Programa de Asociatividad ofrecerán productos populares y vinos de gama media. “El desafío es vender vinos de más calidad y envases menos costosos, por eso también se evalúa la incorporación de nuevas presentaciones como botellas PET o Bag In Box”, explicó Mones Cazón.

Por su parte, Carlos Martínez aseguró que “los días de mayor afluencia son los fines de semana y los miércoles. La venta es muy masiva, con el pan y la carne como productos que más traccionan. La presencia de vinos en el Paseo de Compras es aún escasa, por lo que este proyecto tiene un gran potencial”.

La comercialización de vinos en el marco del Programa de Asociatividad Vitivinícola implicará también que los productores y elaboradores se unan bajo una marca paraguas, que le entregue identidad al producto y le permita ser reconocido en el mercado.