Más noticias | Cultura
Actualizado el 31 de Diciembre de 1969


Llegará el Fuego Sagrado de San Martín a su Tebaida


Una acertada iniciativa se está desarrollando y es la de tomar el fuego de la llama votiva que ilumina el lugar donde yacen sus restos y trasladarla a su Tierra Elegida

San Martín, Tierra Elegida”

A los Sanmartinianos nos toca una historia bella, que nos otorga el linaje del pueblo fundado por el padre de la patria, que nos eligió como su refugio en su condición de hombre es decir, ciudadano y como tal: LABRIEGO.

Es desde nuestro pueblo donde parte al destierro, por eso es que nuestra ciudad debe ser la del encuentro de los Latinoamericanos, de la América morena, porque fue sitio de paz para el más noble y solidario de los americanos.

Somos los habitantes de este pueblo junto con las autoridades los que debemos realizar una tarea en conjunto, porque heredamos una manzana de su chacra, no de su casa quinta, y con este conocimiento debemos honrar la historia. Honrar la memoria de Don José Francisco, transmitirla educando de generación en generación, porque para él la educación tenía el mismo rango que la libertad, es más, era este derecho el que convertía verdaderamente en libre a los ciudadanos.

Nosotros sin quererlo somos el pueblo elegido, el refugio para el paisano, el americano, el hombre. Le toca al resto de nuestra patria consolidar la memoria del soldado, a nosotros, la más íntima y esperanzada, la del labriego, la del precursor, pero también la del desterrado porque es en su chacra donde sufre los ataques del gobierno central, nuestro vecino molestó siempre y desde su chacra parte hacia el destierro, la muerte en vida, la más dolorosa.

Jamás alcanzaremos a saber lo que significó nuestra tierra en la vida del padre de la patria. Tenemos el deber de asumir y defender que somos los herederos de esta gloria.

Vino a vivir y morir, después de la entrevista de Guayaquil, es conmovedor el relato que de esa circunstancia escribe Manuel Olazabal, nuestro pueblo, su pueblo, fue su última esperanza desde aquí parte al destierro, hasta su muerte habló de nosotros y quiso volver.

Lo hará su espíritu, cuando desde su tumba traigamos la LLAMA VOTIVA y la instalemos en su Tebaida. La llama votiva es el honor más grande que los pueblos les ofrecen a sus héroes se enciende y no se apaga más. El fuego es símbolo de vida, de progreso y de pasión para la mayoría de las culturas del universo desde tiempos milenarios.

Tenemos una gran deuda con nuestro ilustre fundador y hasta que no cumplamos su sueño y el espíritu de Don José Francisco no descanse en su Tebaida, vagará con su nombre como uno más de los mil y tantos que en el mundo honran la memoria de nuestro fundador y vecino, y a nuestro querido San Martin le faltará su ALMA.

 


Etiquetas:




Click en la foto para ampliar.















Desarrollo de Pizza Pixel