Más noticias | Cultura
Actualizado el 31 de Diciembre de 1969


QUÉ FUE DE “MI TEBAIDA”


En 1871 la casa estaba abandonada y en ruinas a 48 años de la última vez que la habitara el jefe del ejército de los Andes, por haber sido seriamente dañada por el terremoto del 20 de marzo de 1861.

Ni el Estado ni sus contemporáneos hicieron algo por recuperarla, para que pudiera ser vista por las generaciones venideras.

Así que desapareció esta residencia levantada en forma de cinco bóvedas, sistema cómodo y resistente, de uso en su tiempo, igual que los molinos.

Pero como recuerdo y en justo homenaje a su origen, el señor Ricardo Palencia en su momento haría construir la que hoy existe, si bien mucho más grande y de dos bóvedas, ubicada en un sitio a más o menos 200 metros del lugar del edificio primitivo.

A los 22 años de la muerte del libertador se vendió la histórica chacra de los Barriales, para dar cumplimiento a las disposiciones testamentarias del mismo.

Mitre al comentar esta disposición de nuestro héroe, y luego de enumerar todos los beneficios que nos legara, dice: "Y por si esto no bastase, nos ha dado de yapa los pobres ahorros con que el soldado de los Andes adquirió dos propiedades en Mendoza".

Porque vendida ésta, el dinero fue aplicado por sus descendientes para fundar un hospital de inválidos, inaugurado en Buenos Aires bajo auspicio popular.

Desde Francia Mercedes San Martín de Balcarce dispuso su venta, la que se hizo por remate público el 21 de febrero de 1872, siendo su comprador Saturnino Álvarez, acaudalado y prestigioso vecino de la región.

Producido el fallecimiento de Álvarez, y tras diversas incidencias judiciales, se vendió a los sucesores de Manuel M. Bruce en 1902.

Y los sucesores de éste se la vendieron el 8 de noviembre de 1905 a Ricardo Palencia, el cual hizo de este predio un hermosa finca, que denominó "Las Bóvedas", labrándola en casi toda su extensión y disponiendo la plantación de viñedos de diferentes clases de uvas, convirtiéndola así nuevamente en un hermoso prado artificial, como lo hiciera en otra época su primer dueño.

En 1932, con el deceso de Palencia, la finca "Las Bóvedas", el establecimiento vitivinícola y otras propiedades de este industrial fueron vendidas a Echesortu y Casas S.A., entidad comercial con asiento en la ciudad de Rosario, Santa Fe.

La finca “Las Bóvedas” o la chacra de los Barriales, por decreto nacional es lugar histórico desde diciembre de 1941, a la vez que la Villa Nueva de San Martín fuera declarada ciudad.

Y a fines de 2012 esta urbe fue declarada “ciudad histórica” por la legislatura mendocina.

“Las Bóvedas” es un largo edificio que va de este a oeste, cuyo detalle más interesante es la estructura con dos grandes domos de forma elíptica a los extremos, verdadera respuesta al clima cálido de Mendoza.

Hoy es la sede del museo histórico municipal “Las Bóvedas”, que fuera inaugurado el 5 de abril de 1976 en un nuevo aniversario de la batalla de Maipú, declarado patrimonio provincial en diciembre de 1997.

Como hemos visto, esta casa se originó en Ricardo Palencia, que adquiriera y reuniera las 250 cuadras de terreno del general San Martín y la hiciera erigir, con otra más chica hacia el oeste, para ser sede de la administración.

El historiador Juan Draghi Lucero ubicó en 1920 su construcción, pero se estima que Palencia lo hizo hacer todo cerca de 1905.

En 1970 la firma Echesortu y Casas, que comprara a la sucesión del señor Palencia, hizo cultivar toda esta propiedad con esmero, facilitando y apoyando todas las gestiones y actos patrióticos para recordar y enaltecer la figura del prócer, loteando gran parte de las cuadras de terreno y donando a la comuna de General San Martín la manzana donde estaban las dos casas hechas por Palencia, entre las calles Pirovano, Tomás Thomas, Luzuriaga y Godoy Cruz, con la única condición de que allí debían emplazarse un museo histórico y una biblioteca.

Es un error creer que en esta casa ha vivido José de San Martín, o que es una réplica de la original, que era más pequeña y era de dos bóvedas grandes y tres chicas, dibujada por Hans Maurice Rugendas en 1838.

En 1976 el museo se estableció en la casa de las bóvedas, mientras que la preexistente biblioteca popular “Ricardo Rojas” ocupó la casa de la administración, que le era exigua; la comuna le erigió un salón mucho más grande en el mismo predio, cerca de calle Pirovano, que también iba a tener un espacio para auditorio, sitio al que se mudó hasta hoy.

Así terminó su peregrinar por diferentes casas (como la de calle Maipú, y las dependencias del colegio "San Vicente de Paul").

Y la biblioteca, veamos claro (como decía el mismo general San Martín), es más importante que los lugares y los monumentos, porque sin los libros uno no podría saber qué cosas han pasado en esos lugares ni por qué razones.

Colaboración de Ricardo Enrique Falanga


Etiquetas:




Click en la foto para ampliar.















Desarrollo de Pizza Pixel